PLAZAS CON HISTORIA

La ciudad de Palma de Mallorca está llena de historia. Parte de esta historia se concentra en las diversas plazas que la adornan. Aquí dejamos algunas de ellas por si quieren ir a dar un paseo y disfrutarlas.


Plaza de Cort.
Es el centro neurálgico de la ciudad de Palma de Mallorca. En esta plaza se encuentra el edificio del ayuntamiento, que en sus orígenes era la sede de los Jurados. Tan conocido como el edificio del ayuntamiento es el mítico olivo centenario que hay en el centro de la plaza.

Plaza de la Quartera.
En esta antigua plaza porticada, de la que se conservan parte de sus arcos apuntados, se situaba un edificio llamado “Quartera” cuya finalidad era almacenar el grano. Este edificio era el punto oficial regulador de la distribución del grano, especialmente el trigo.

Plaza del Pes de la Farina.
El Pes de la Faria era el lugar donde se pesaba y vendía la harina. También se denominaba así un porche situado en el centro de la plaza y que, según un grabado del S. XIX, se sabe tenía varias columnas.

Plaza del Mercado.
Está situada en lo que en su día fue el huerto del convento de los Agustinos, sobre la antigua plaza de los Olmos. Fue inaugurada en 1869 con el nombre de plaza de la Libertad. Actualmente en esta plaza se encuentra el famoso mercado del Olivar.

Plaza de Santa Eulalia.
La calle de Santa Eulalia, la del Santo Cristo y la plaza de Santa Eulalia formaban parte del cementerio de la parroquia de Santa Eulalia. Hoy todavía se pueden ver, en la fachada de las paredes de la iglesia, restos de inscripciones funerarias.
Hoy, esta plaza es una de las más bohemias de la ciudad. La plaza está vigilada desde hace años por las esculturas de tres hermanas: Aurora (el día), Meridies (el mediodía) y Vesper (la tarde), obra del escultor mallorquín Antonio Font. Encima de la ferretería Vila, también se puede observar un reloj de sol con una curiosa inscripción: “Cada hora fer, la darrera mata” o lo que es lo mismo “ cada hora que pasa mata a la anterior”.